¿Qué es la carboxiterapia facial?
Es un procedimiento médico por el cual aplicamos dióxido de carbono (CO2) en el tejido subcutáneo, con fines terapéuticos.
¿Desde cuándo se utiliza la carboxiterapia?
Este gas terapéutico comenzó a utilizarse en el año 1932, en la estación termal de Royat (Francia). Se consiguieron muy buenos resultados gracias a la mejoría de la microcirculación y a la importante estimulación de la oxigenación de los tejidos.
¿Cuáles son sus efectos farmacológicos?
Vasodilatación de la microcirculación, aumentando el flujo sanguíneo
Aumento de la Oxigenación (efecto paradójico BHOR)
Regenerador celular
Formación y reorganización de colágeno y elastina
Mejora del drenaje linfático
Elimina toxinas
Antibacteriano
Antinflamatorio
¿Qué indicaciones tiene la Carboxiterapia a nivel facial
Flacidez de la piel
Rejuvenecimiento de la piel de la cara, del cuello y del escote
Tratamiento de las ojeras y su pigmentación
Tratamiento de la grasa submentoniana
¿Cómo se realiza el procedimiento?
En primer lugar, desmaquillaremos y limpiaremos en profundidad la piel. Posteriormente realizaremos microinyecciones superficiales en la dermis, provocando de forma inmediata el enrojecimiento cutáneo por la vasodilatación producida. Provocaremos de forma inmediata una mayor oxigenación de la piel y la eliminación por vía linfática de toxinas y productos residuales.
Habitualmente, no se produce ningún evento adverso, reabsorbiéndose el gas en unos minutos.
¿Con qué frecuencia hay que realizar este tratamiento?
Se recomienda la realización de una sesión por semana , y el número de sesiones estaría relacionado con el objetivo a conseguir y la situación inicial de la piel del paciente.
¿Existen contraindicaciones?
Sí, y el médico debe siempre considerarlas:
Hipertensión arterial
Enfermedades cardiacas
Embolia pulmonar trombosis aguda
Accidente cerebrovascular
Enfermedad pulmonar crónica
Apnea del sueño
Insuficiencia renal crónica en diálisis
Pacientes epilépticos
Infecciones crónicas o problemas en la piel